
Pero no fue así.
En la sexta gran batalla del pugilista américo/italiano, la acción vuelve a entremezclarse con un guión simple pero efectista; y que a diferencia de Rocky V, se sustenta por sí solo. Es una historia de superación y drama - tal como fue la ganadora del Oscar® Rocky I - que logra entretener e incluso emocionar. Esto, claro, gracias a la ayuda de la experimentada cadena HBO, quien realiza las tomas del pugilato final tal como si estuviese filmando una verdadera lucha de boxeo.
Para todos los que crecimos viendo al gigante americano pelear por causas nobles y derrumbarse por sus propias aspiraciones, Rocky VI (Rocky Balboa título original) vuelve a construir ese momento de intensa ilusión y desenvoltura que perdió con la famélica Rocky V; y de alguna manera, revivió por unos momentos a aquel desahuciado actor de los años 80’s que a gritos pedía una resurrección.
Y el experimento resultó. Vale la pena verlo.