Director, editor, redactor

Estudié en el Colegio San Ignacio y posteriormente me gradué en la Universidad Alberto Hurtado. Realicé cursos de televisión y expresión corporal en la Universidad Católica de Río de Janeiro en Brasil.

4/18/2007

Cruenta realidad...

Hace una semana, el perfecto de Río de Janeiro –Director del Gobierno Regional del estado de Río de Janeiro- envió una petición al gobierno brasilero para enviar nuevas tropas de Policía Militar (PM) a la ciudad, puesto que las bajas en estos últimos años habían mermado la capacidad de reacción de las tropas cariocas. Dos días después, el presidente Lula da Silva entregó un comunicado permitiendo el envío de cientos de hombres armado que incluyeron la Fuerza Nacional de Seguridad (FNS), tropas de las Fuerzas Armadas y también un aumento en la dotación de la Guardia Municipal para apoyar con más fuerza a la Policía Militar.

La grave situación que vive la Ciudad de Río de Janeiro es producto de una constante lucha armada entre los narcotraficantes que habitan en las numerosas favelas y las tropas de PM. Luchas que han invadido el diario vivir de los ciudadanos comunes y corrientes, que día a día ven como más y más “inocentes pagan por pecadores”.

Hace tan solo dos meses atrás, un brutal asesinato llenó las portadas de los diarios mundiales. Un pequeño niño de tan solo 6 años fue arrastrado por más de 3 kilómetros en un auto previamente robado a su madre. João Hélio era su nombre.
Hoy, pasado dos meses de aquella horrible muerte realizada por tres jóvenes menores de edad, João es el mártir de toda una nación que a gritos pide paz y libertad.

Pero la historia de ese niño es una entre las miles ocurridas tan solo este año. Diariamente ocurren silenciosas muertes en las calles de la ciudad. Hace tan solo dos domingos atrás, el policía militar Guaracy de Oliveira, quien servía en el cuerpo de seguridad del Gobernador y su familia, fue acribillado a balazos en las puertas de su casa.

Mientras todos miran con horror las imágenes de Virginia Tech en Estados Unidos, aquí en Río de Janeiro, un grupo de jóvenes le quitó la vida a trece personas a plena luz del día en el centro de la ciudad.
Luego de asaltar un local cercano al edificio de la Prefectura, los asaltantes se enfrentaron a la Policía Militar por más de 10 horas; dejando poco más de una decena de muertos y tres heridos.

Estos hechos ocurren a diario. Cada día se escuchan zumbar a lo lejos ráfagas de disparos; cada día, Río despierta con portadas de diarios manchadas de sangre y lágrimas. El documental “Ciudad de Dios” es un vivo reflejo de cómo están las cosas aquí en Brasil; una gerra civil que difícilmente tendrá fin en el corto plaza… pero las autoridades ya comenzaron a tomar cartas en el asunto.

Como se lee en las calles: “Que la muerte de João no sea en vano”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces cuidate!!!!!

Solo te dejé un mensaje para que escribas más y saber de ti...


Besos, Nico D.

Anónimo dijo...

Hola Tatán:
A quí me encuentro mirando tu blog, que hace tiempo que no hacía, en verdad te felicito por lo que has escrito y no dejes de crear conciencia.
Un beso gigante
te quiero
mucho.

tu hermano(supongo q sabes quien soy)

Cata Téllez dijo...

Tatán!!! Que bueno que estés escribiendo sobre lo que pasa en Rio. Como dice tu hermano es muy bueno que crees conciencia, más que nada a quienes vivimos en Chile y pocas veces nos enteramos de los que pasa afuera.
Creo que en todos los países (en especial en America latina) hay un clima de violencia horrible y eso no lo sabemos porque al parecer nadie se interesa. Te felicito porque tú estás mostrando una realidad distinta y estás dando a conocer la violencia que se vive a unos cuantos kilómetros de Chile.
Eso, sigue escribiendo arto y cuidate muchooo.
Besos, Cata Téllez